
29 Mar 2016 Inspirarse, para recordar lo que somos…
Hay ciertas cosas que nos mueven, que nos llenan de felicidad. Cuando nos cruzamos con ese libro, ese cuadro, esa cita que nos hace palpitar el corazón en un primer momento no sabemos porqué pero nos hace sentir bien. Es como una ráfaga de inspiración instantánea, que de un momento a otro aparece y nos hace conectar cosas que parece nos habíamos olvidado. En mi caso, cada vez que me cruzo con algo que me inspira, lo anoto en mis cuadernos que yo los llamo mis “germinadores de ideas”.
Muchas veces nos dejamos llevar por la rutina, por el “TENER” que hacer y nos olvidamos lo que nos hace sentir vivos. Hay partes de nosotros mismos “sedientas” de inspiración, en busca de lo que realmente nos mueve. Muchas veces lo encontramos a través de una película, un artículo en un blog, una receta, o una foto en Instagram, quizás fue una nota en el diario o ese graffiti que te cruzaste por la calle, el look increíble de alguien, la conversación con un desconocido o esa canción. La inspiración está presente en todos lados para ser encontrada y cuando conectas con eso te emociona, te hace recordar tu verdadero yo interior.
Si algo te llama la atención, si una persona te llena de energía o lees una frase y te palpita el corazón, seguí profundizando. Esa persona que te emociona, es “un espejo” de vos mismo, te está haciendo recordar esa parte tuya que quiere salir. La gente que nos inspira, nos muestra el camino a casa, son señales del universo que gritan “es por acá”, “no te olvides que esto te gusta” o “es hora de probar y animarse”. Ver en otros siempre es más fácil que ver las cosas en uno mismo, pero ese es sólo el principio. Indagar en lo que te inspira, y ser tu propio detective es trabajo de cada uno. Creemos que sabemos lo que nos gusta, creemos que nos conocemos, pero a veces no tenemos ni idea o simplemente de tanto correr en la rutina nos olvidamos.
Un simple ejercicio para conectar con lo que te inspira es por ejemplo observar tus cuentas de Instagram, a quienes seguís, quienes son tu inspiración diaria. Si no tenés Instagram podes hacer algún ejercicio con libros de tu biblioteca: elegí libros al azar y abrí en cualquier página y lee frases, como jugando. Podés hacer lo mismo en una librería. Salí a la naturaleza y contá colores, busca formas, patrones. Observar también puede ser un camino de inspiración.
Explora tu propio camino, regálate esos momentos contigo y seguí esas pistas. Estoy segura que te van a llevar a lugares increíbles. Feliz última semana de Marzo!, Caro
P.D. Para practicar esto mismo les recomiendo el mini curso de la artista Elle Luna en Skillshare.