05 Jan 2015 Sanar…
Hoy me sacaron mi última muela de juicio ;P. Son de esas cosas que la verdad no están en la lista de actividades agradables que uno elegiría hacer porque sí… Se imaginan a alguien diciendo: -mañana me voy a la playa, me como un helado y después tengo muchas ganas de sacarme una muelita, siii!!! que lindo la voy a pasar!!! Salvo que seas un extraterrestre, definitivamente no entra en la lista de cosas cool para hacer un lindo día de verano. Estos temas de muelas, incomodidad y dolor me hicieron reflexionar sobre la capacidad mágica de SANAR que todos tenemos.
SANAR por lo general está relacionado a un concepto más físico, de salud. Cuando estamos sanos por definición estamos completos, nos movemos, funcionamos, hacemos. El orden es: me lastimo, me mejoro y me sano. Pero sanar el cuerpo físico es una de las partes.. Se ha comprobado que somos mucho más que el cuerpo físico que llevamos a todos lados… y sanar nuestros “otros cuerpos” son también procesos que aunque no los veamos suceden, queramos o no. La vida nos enfrenta a situaciones una y otra vez para SANAR lo que vinimos a sanar, APRENDER de nuestras heridas (internas y externas) y EVOLUCIONAR convertirnos en mejores versiones de nosotros mismos.
Las heridas emocionales, las que que no se pueden ver, las que cargamos internamente son las más difíciles de sanar, porque muchas veces aunque sepamos que están ahí, las vamos dejando para atrás, las evadimos. Queremos no verlas, porque encargarse, darles el tratamiento adecuado es asumir que las tenemos y tal como las físicas (y mi muela :0) generan dolor y si hay algo que le escapamos los seres humanos es al dolor en todas sus formas. Estas heridas emocionales por lo general se sintomatizan en forma de miedos, fobias, angustias, enojos, rabia, ira, odio, ansiedad, frustración y la lista sigue… Cosas que se hacen visibles en el mundo en que vivimos, en los otros, y aunque nos cueste un poco, es SANO verlas en nosotros mismos. La mayoría de las veces un dolor interno no solucionado a tiempo pasa al cuerpo convertiendose en un dolor físico…en una enfermedad… Pero todo es plausible de ser solucionado, de ser sanado si elegimos hacerlo.
No importa cuan profunda sea la herida, el corte, el dolor que produzca… la capacidad de sanar física y emocionalmente es como un súper poder oculto que tenemos todos los seres humanos y una vez que decidamos mirar lo que no queremos mirar, hacernos cargo y aceptar lo que haya que aceptar, activamos un proceso de sanación increíble, que nos libera, nos hace fuertes y nos da paz… y consciente o inconscientemente estaremos contribuyendo a nuestra propia evolución como individuos y como especie.
Les deseo que este nuevo año que ya comenzó los encuentre sanando todos los aspectos de esta linda existencia 😉 y también porque no con pocas muelas de juicio por sacar ;P Felices Reyes!! ;), amor en camellos para todos, Nina. #1díaparamelchorgasparybaltazar