20 Jul 2015 Una historia sobre el agua
No se si alguna vez escucharon sobre Masaru Emoto. Masaru era un autor japonés que realizó varios experimentos relacionados con el agua. Durante años estudió como los pensamientos, las afirmaciones, las palabras, la música y la intención influyen en las partículas de agua. ¿Cómo? El planteaba que los pensamientos positivos y las afirmaciones de este tipo cambian la forma de los cristales de agua, mientras que las afirmaciones y pensamientos contrarios o negativos generan cristales totalmente caóticos y desordenados.
Los experimentos de Masaru nunca fueron aprobados por la comunidad científica por no seguir lineamientos científicos al realizar sus pruebas. De hecho sus teorías han sido muy criticadas y para algunos, sus observaciones las califican de pseudo-científicas. Pero más allá de la controversia, de seguir o no las reglas impuestas por la sociedad científica, Masaru logró poner este tema en la agenda y vaya que ha dado que hablar. ¿Puede ser posible que pensamientos, emociones o sensaciones como el amor, la paz, el equilibrio o la tolerancia puedan cambiar el estado de uno de los elementos más esenciales de nuestra vida? ¿Es tan loco pensar que tenemos ese gran poder? ¿Si fuera “probable” científicamente a donde nos llevaría ese conocimiento? Parte de las teorías de Emoto plantean que como los seres humanos somos 90% agua, a través de nuestros pensamientos, dependiendo de los ambientes a los que estemos expuestos, la música que escuchemos, tenemos la capacidad de influenciar nuestros estados.
Seguro que cada uno tendrá su opinión personal sobre el tema (según las creencias, el entorno, cada profesión) pero si algo es cierto, es que somos E N E R G Í A (probado científicamente) que según los científicos la materia no se crea, no se destruye pero si se transforma. Y si Emoto tenía razón aunque sea en una ínfima parte con sus teorías, somos seres con poderes increíbles que bien utilizados podrían cambiarnos uno a uno y así cambiar nuestro mundo.
Que tengan una linda semana! Besos, Nina 🙂
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Mini prácticas que pueden hacer en sus hogares para poner a prueba las teorías de Masaru Emoto*:
1. Pegar en botellas de agua, vasos, jarras, palabras que nos den armonía, paz, equilibrio. Llamadores de cosas que queramos atraer a nuestra vida.
2. Armar dos germinadores y tratarlos de manera distinta, exponerlos a diferentes tipos de palabras, de emociones, de música (uno en un ambiente positivo y el otro en un ambiente negativo). Observar durante un período de tiempo los cambios en ambos germinadores.
*Nota: Estas simples mini prácticas no se consideran experimentos científicos de ningún tipo, sólo son prácticas personales para simplemente probar o vivenciar lo que se expuso en este post. Creo que nada mejor que probar por uno mismo 🙂
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