¿Para vos, qué significa ser exitoso? Parte I

¿Para vos, qué significa ser exitoso? Parte I

No es un novedad que vivimos en un mundo cada vez más exigente, que premia el éxito. De hecho muchos de nosotros nos criamos aprendiendo que lo que hay que hacer en la vida es alcanzar el éxito. Lo vemos en la televisión una y otra vez, lo leemos en las revistas una y otra vez, lo experimentamos en la escuela, en el liceo, en la Universidad. Y hemos crecido con la mentalidad de que “tener una vida exitosa” es importante para alcanzar la felicidad. Damos por sentado que ser exitoso es uno de los caminos para ser felices. Si uno no es exitoso, es un perdedor, punto.

Pero  ¿qué es realmente el éxito?, ¿qué significa ser exitoso o tener éxito? Cuando alguien habla de éxito se refiere a alcanzar algo con resultados positivos, es sinónimo que algo se hizo bien, se logró. Y a nivel social, es alcanzar los resultados positivos según los estándares aceptados y valorados por la sociedad. Ejemplos de tener éxito en las sociedades occidentales modernas es: tener un buen trabajo, ser reconocido socialmente, ser popular, ocupar puestos de poder, ser famoso o salir en medios de comunicación masiva, tener mucho dinero, tener una buena casa, haber estudiado en centros de educación reconocidos, ser flaco, estar a la moda o “ser cool”. Estas son algunas de las cosas que definen a las personas exitosas en nuestra era.

Podríamos decir que en el tiempo que nos tocó vivir, el éxito está dado por todas las cosas que podemos conseguir o alcanzar en esta vida. Todas cosas que se encuentran fuera de nosotros, que son externas al individuo, cosas que naturalmente no poseemos o tenemos. Entendido desde ese punto de vista, el éxito marca una carencia en nuestras vidas, es algo que no tenemos pero que NECESITAMOS tener para alcanzar la felicidad. Como nos concebimos carentes o por lo menos eso es lo que creemos ser, hacemos miles de cosas para llenar ese vacío. Muchas veces esa búsqueda nos hace hacer cosas que no queremos, tomar decisiones que ni siquiera sabemos si queremos tomar, ser personas que no queremos ser y construir vidas que se alejan de las cosas que realmente valoramos, pero todo por amor al ÉXITO que promete ser nuestro mejor amigo al final del camino.

Última escena de la película “About Time”, sobre el verdadero éxito en la vida. – En Inglés –

Entonces un día lo conseguimos, alcanzamos el tan preciado éxito, conseguimos “EL” trabajo que todo el mundo moriría por tener, o conseguimos tener “ESA” casa de programa de televisión, “ALCANZAMOS” tener el cuerpo de la modelo de revista, o encontramos ese príncipe azul sacado de cualquier película romántica. Y nos sentimos tan felices, tan eufóricos, tan llenos que decimos era verdad, esto del éxito tiene sentido. Pero algo curioso pasa después de un tiempo, la euforia tiende a desaparecer, esa “felicidad” se desvanece así como vino e increíblemente volvemos a sentirnos carentes, con esa sensación de que algo nos falta y de repente estamos vacíos de nuevo. Nos ponemos en situación de alerta y tratamos de alivianar este nuevo estado como podemos, como dicen en mi país “la vamos llevando”. Y de repente nuestra mente tiene una nueva gran idea para volver a sentirnos “en la cresta de la ola”. Necesitamos encontrar un nuevo objetivo de éxito, eso que quizás nos haga sentirnos como al principio.

Y este ciclo se repite una y otra vez, la cantidad de veces que queramos o necesitemos para aprender que el verdadero éxito ya habita en nosotros. Somos ese éxito porque estamos vivos, no necesitamos salir a buscar nada, porque tenemos TODO en nuestro interior para ser felices, desde el momento que decidimos llegar a esta vida. Quizás el ejercicio sea volver a recordar que toda la magia, toda la felicidad, todo el amor, todo lo que buscamos afuera, está enterrado en nuestros corazones, como un tesoro escondido en el único lugar que no se nos ocurre buscar. Y detrás de nuestras heridas, de nuestros más profundos dolores y traumas, nos espera el mejor regalo del mundo, nos espera el encuentro con nuestra propia esencia. Y es nuestra tarea reclamarlo.

Se que esta idea puede sonar poco emocionante en un primer momento y hasta difícil de creer. A mi me pareció ridícula al principio, sin sentido. No junta puntos en ninguna tarjeta, ni vale por un auto cero Km, no incluye nada tan meritorio como para poner en un curriculum vitae o nada tan cool para compartir en las redes sociales. No, seguro que no; porque no se mide de esa manera. No se mide de ninguna manera, sólo se puede SENTIR cuando estamos preparados para hacerlo. Y todo el éxito que alguna vez anhelamos y que pensamos nos podría llenar, deja de importarnos, porque nos sentimos tan vivos, tan nosotros, que no hay nada fuera que nos de esa inmensa felicidad de volver a sentir de verdad, de volver a conectar con nuestro verdadero ser.

Les deseo que tengan una semana repleta de momentos que los llenen y les comparto una de las mejores respuestas que me dieron esta semana, cuando le pregunté a alguien que sentía que era el éxito y me contestó: “llegar al final de cada día sin querer cambiar nada, ese es el verdadero éxito”.  Besos, Caro.